lunes, 21 de mayo de 2007

EL ASESINO DEL ZODÍACO

"Me gusta matar gente porque es mucho más divertido que matar animales salvajes en el bosque, porque el hombre es el animal más peligroso de todos. Matar algo es la experiencia más excitante, es aún mejor que acostarse con una chica. Y la mejor parte es que cuando me muera voy a renacer en el paraíso y todos los que he matado serán mis esclavos. No daré mi nombre porque ustedes tratarán de retrasar o detener mi recolección de esclavos para mi vida en el más allá "


Algunos de los casos que se supone pueden haber sido parte del historial de Zodiac comparten muchas similitudes con los que verdaderamente llevó a cabo. Varios años antes del primer ataque de Zodiac, en 1963, una joven pareja fue asesinada en circunstancias muy similares al primer y tercer ataque. La muerte de Cheri Bates, en 1966, también estuvo signada por las características del criminal. Pero se cree que él no fue quien el autor del hecho, sino el que realizó las cartas enviadas a periódicos de la zona atribuyéndose la autoría del suceso, algo que todavía no ha sido comprobado.
"La policía nunca me capturará, porque soy muy listo para ellos", escribió en una de sus cartas, y sus palabras no podían ser mas premonitorias. Precisamente en esa forma de actuar tan confusa e ilógica, reside una de las más grandes dificultad que Zodiac ha planteado a los investigadores, desbordando a todos con su ingenio y astucia. Sus cifras encriptadas, la forma con que redactaba sus mensajes, el particular simbolismo que utilizaba en sus misivas no hicieron más que poner en acuerdo y desacuerdo a los investigadores en varias cuestiones. De todos modos, ninguno de ellos pudo estar siquiera cerca de atraparlo, a pesar de que el asesino dejó en las escenas de sus crímenes gran cantidad de evidencias, como huellas dactilares o manchas de sangre.
A pesar de que la policía en un momento barajó una lista de aproximadamente 2500 sospechosos, solo unos pocos fueron señalados como los posibles asesinos que se escondían bajo el alter ego de Zodiac.


Rick Marshall fue uno de ellos: tenía un parecido físico bastante similar al retrato robot del que se creía del asesino y vivió, casualmente, en la misma zona, coincidente en tiempo y forma, de varios de los crímenes perpetrados.








Pero sin lugar a dudas, el máximo sospechoso de ser Zodiac Killer siempre fue Arthur Leigh Allen, un pedófilo que estuvo entre rejas a mediados de los 70, justo cuando Zodiac dejó de actuar. Allen llevaba un reloj marca Zodiac con el mismo símbolo que utilizaba el asesino para firmar sus cartas y era un admirador de la película 'El malvado Zaroff', citada por Zodíaco en sus cartas. De todos modos, este hombre fallecido en 1992, nunca pudo ser señalado oficialmente como el culpable de todos los confusos episodios. Incluso ni siquiera comparando su ADN con las muestras obtenidas en las cartas.



El caso del Zodíaco fue imitado por otras mentes retorcidas. Tal vez el caso más renombrado relacionado con el asesino del zodíaco fue el de Heriberto Seda. Este hombre, claramente inspirado por Zodiac, clamaba que mataría una persona de cada signo zodiacal cada 21 días. Consiguió atacar a nueve personas antes de ser apresado, en 1996.
El asesino del Zodiaco ya ha trascendido los límites del ámbito estrictamente policial para convertirse en un caso mítico de dimensiones públicas. Tanto las series televisivas, como el cine (el conocido director David Fincher ha rodado un film sobre los hechos) han llevado al criminal a la gran pantalla.




No hay comentarios: