miércoles, 30 de mayo de 2007

Detenido el asesino de la Pobla de Vallbona


Asesina a su ex novia y a la madre de esta y luego hiere a un primo al incendiar su casa. El joven escapó tras cometer el crimen en La Pobla de Vallbona y fue detenido horas más tarde en Valencia con un cuchillo en una mochila
El joven escapó tras cometer el crimen en La Pobla de Vallbona y fue detenido horas más tarde en Valencia con un cuchillo en una mochila. Nadie esperaba algo así. “Tan repentino. Tan brutal”, lamentaban los vecinos de la Pobla de Vallbona. Madre e hija juntas, acuchilladas y sin vida. Una encima de la otra, en una cama de su casa. Tan unidas como lo estaban en vida. Así terminaron ayer la joven Sandra C., una estudiante de 20 años, y su madre, Julia M., de 53 años.El autor de este baño de sangre es Vladimir R. B., de 22 años, un ucraniano adoptado por una familia de la Pobla. El joven había mantenido una relación sentimental con Sandra. Según fuentes próximas a las víctimas, “en Fallas ella le planteó acabar como pareja y él no lo encajó nada bien porque incluso le amenazaba con quitarse la vida”.Lo cierto es que, aunque el miedo de madre e hija existía, no presentaron ninguna denuncia contra él ni solicitaron orden de protección, como informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
Lo que nadie imaginaba ocurrió a las cinco de la mañana, en el número siete de la calle Sant Francesc. “Yo escuché muchos gritos y pasos en la escalera”, relató Pepita, una vecina de las víctimas. Vladimir se había presentado en la casa de su ex novia. La manera en la que entró no ha trascendido. “No me extraña que tuviera llaves”, barajó un familiar de las víctimas. Y en ese momento comenzó el infierno para Sandra y su madre. Al parecer, apuñaló cuatro veces a su ex novia y cortó el cuello a la progenitora. Nadie dio la voz de alarma. Al cabo de media hora aproximadamente, “Pedro, un vecino, salió de su casa, vio la puerta y las luces encendidas y avisó a la policía”. Fue así como se descubrió la tragedia. Poco después de las seis de la madrugada, la casa se llenó de policías y guardias civiles.Al subir a la primera planta de la vivienda, se encontraron con un panorama desolador. Había manchas de sangre por todas partes y el cuerpo de Sandra yacía sin vida sobre el de su madre. Tras el crimen, Vladimir huyó de ese lugar, pero reapareció poco después en una casa de la calle Parra, a algo menos de un kilómetro del lugar del homicidio. En esa vivienda descansaba Ramón, de 22 años, primo del ucraniano, su madre y su abuela. En ese momento el reloj marcaba las seis y media de la madrugada y Vladimir todavía quería seguir matando, ya que arrojó un artefacto incendiario por la ventana de la planta baja del inmueble. “Iba dirigido a Ramón, porque sabía que estaba durmiendo en esa habitación”, explicó un amigo. Las llamas le afectaron gravemente, “aunque consiguió salir por su propio pie”, como relató Javier, próximo a la familia. La madre de Ramón, Carmen, y la abuela, del mismo nombre, fueron auxiliadas por vecinos y no sufrieron heridas, aunque sí “una fuerte crisis nerviosa”, agregó el hombre. Una ambulancia del SAMU trasladó al joven herido al Hospital La Fe de Valencia, donde ingresó en la Unidad de Reanimación con quemaduras en varias partes del cuerpo. El incendio fue extinguido poco después. La policía y la Guardia Civil no tardaron en atar cabos entre el crimen y el incendio. A la proximidad en el tiempo y en el espacio entre ambos incidentes, se unía la relación familiar. La madre adoptiva de Vladimir, Chelo, es hermana de Carmen, madre de Ramón. Pero había otros detalles. En la calle había restos de sangre. ¿Por qué atacó Vladimir a su primo tras el doble crimen? La principal hipótesis, corroborada por familiares de las víctimas y fuentes policiales, es que Ramón pudo haber recriminado a su primo su actitud con a Sandra.
(En la foto la víctima de Vladimir)

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